La historia bíblica de la Casa sobre la Roca, es conocida también como la parábola del hombre prudente y el hombre insensato o la parábola de los dos cimientos. Es una parábola bastante corta que Jesús contó al final del Sermón del Monte.
En ella vemos a dos hombres. El primero, al que Jesús compara a un hombre prudente, construyó su casa sobre la roca, en terreno firme. El segundo, comparado por Jesús a un hombre insensato, decidió construir su casa sobre la arena, lo cual resultó siendo muy mala idea.
Podemos leer la parábola en dos de los evangelios: Mateo 7:24-29 y Lucas 6:46-49.
La parábola en la Biblia
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
¿Qué nos enseña la parábola?
¿Qué quiso enseñar Jesús al narrar esa parábola? El propósito de Jesús al narrar la historia, fue llamar la atención sobre la importancia de escuchar y obedecer, de poner en práctica todo lo que él enseñaba. No basta con oír lo que Jesús dice: hay que pasar a la acción y obedecer sus enseñanzas.
La prueba de la obediencia cristiana es el cumplimiento de las enseñanzas de Jesús. Una persona bien cimentada en Cristo, no solo lee o escucha sus enseñanzas, sino que las pone en práctica. Actuar conforme a la Palabra de Dios es actuar con pie firme sobre la roca.
Recuerda que después de escuchar lo que Jesús enseñó, algunas personas lo ponen en práctica, mientras que otras ignoran sus palabras. Aunque ambos construyen sus hogares externamente, son los cimientos internos los que determinarán su futuro.
Explicación de la parábola
Esta pequeña parábola de Jesús nos anima a vivir una vida de fe y obediencia a la Palabra de Dios. Aquellos que escuchan y siguen las enseñanzas de Jesús construyen sus vidas sobre una base inquebrantable. Por otro lado, aquellos que ignoran estas enseñanzas están en terreno inestable y enfrentarán graves consecuencias.
La casa sobre la roca significa el fundamento de una vida sólida. La persona que escucha las palabras de Jesús y las pone en práctica es como el hombre prudente, que construye su casa sobre un fundamento fuerte y estable. Esto representa una fe genuina, en total obediencia a las enseñanzas de Jesús. Él es la roca eterna. La vida construida sobre esta base fiel resiste las tormentas y se mantiene firme para siempre.
La casa en la arena es la base de una vida frágil. La persona que no está interesada en la Palabra de Jesús puede incluso oírla, pero sigue su camino y no la practica. Es como un hombre insensato que construye su casa sobre la arena: sus cimientos son frágiles e inciertos. Sin obedecer las palabras de Jesús, la fe es superficial y se vive una vida sin compromiso con Dios. Cuando llegan las tormentas, la vida construida sobre estos cimientos se derrumba.
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