Dios cambia la tempestad en suave brisa

Dios cambia la tempestad en suave brisa

¿Te has encontrado alguna vez en un barco en medio de una tormenta? Es una sensación terrible de impotencia. No sabes qué hacer ni encuentras un lugar adonde escapar. Dondequiera que vas, el barco se mueve y es difícil permanecer en pie. Solo queda esperar a que llegue la calma.

En el transcurso de nuestra vida pasamos por muchas tormentas. Algunas son pequeñas, tales como un pequeño dolor o echar de menos a alguien que amas que se ha mudado a otra ciudad. Otras son grandes tormentas que desatan el temor y un gran sentido de impotencia. ¡Clama al Señor en esos momentos! Él no se ha olvidado de ti. Confía, persevera en él y verás cómo él acude en tu ayuda cambiando la tempestad en suave brisa.

Pero cuando en su angustia clamaron al SEÑOR,
él los libró de sus aflicciones.
Él trae calma a la tempestad,
y se apaciguan sus olas.
Entonces se alegran porque ellas
se aquietan,
y él los guía al puerto que desean.
(Salmo 107:28-30)

¿Sientes que te encuentras en medio de una gran tormenta? Cuéntale a Dios lo que te sucede, clama a él. Él escuchará tu ruego y te auxiliará. Con su brazo poderoso te sostendrá y te llevará a puerto seguro.

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