Seis meses después de la guerra entre Israel y Hamás y gran parte del mundo parece indiferente a la difícil situación de los rehenes que siguen retenidos en Gaza. Pero la angustia y la frustración que sienten las familias israelíes están pasando factura.
Aun así, no dejarán de trabajar para ver a sus seres queridos en libertad.
Desde el 7 de octubre, Liran Berman viaja prácticamente sin parar para contar su historia, llevando en el cuello un sencillo mensaje: "Tráelos a casa".
Berman, cuyos hermanos fueron tomados como rehenes por Hamás, contó a CBN News cómo han sido los últimos seis meses.
"Una montaña rusa de emociones. La mayor parte infernal", describió. "No tenemos días buenos, tenemos momentos buenos".
Los hermanos gemelos de Berman, Gali y Ziv, se encuentran entre los 134 rehenes que siguen retenidos por Hamás en Gaza.
Él y otros como él están suplicando a los dirigentes qataríes que presionen al grupo terrorista para que libere a los rehenes.
"Sabemos que son los actores clave que pueden facilitar un acuerdo y vimos que facilitaron el primer acuerdo", explicó Berman.
A medida que la guerra continúa, estas familias se desesperan cada vez más sin una solución a la vista para sus seres queridos.
Entre ellas se encuentra Simona Steinbrecher, cuya hija Doron fue capturada el 7 de octubre en el kibutz Kfar Aza.
En enero, Hamás difundió un vídeo de Doron y otros dos rehenes israelíes.
"Mi vida se detuvo el 7 de octubre y todo lo que hago ahora es luchar por su vida", dijo Steinbrecher.
Mientras tanto, en el hotel Shefayim, al norte de Tel Aviv, cientos de supervivientes del kibutz Kfar Aza, siguen en el limbo seis meses después de que Hamás cambiara su mundo.
Unas 400 personas llaman hoy a este hotel su hogar.
Junto al hotel también se han instalado casas móviles para alojar a más familias.
Alrededor de 52 residentes del kibutz Kfar Aza murieron el 7 de octubre, entre ellos los padres de Keren Flash.
Keren aún lucha con la pesadilla de aquel día.
CBN
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