Egipto envió el viernes una delegación de alto nivel a Israel con la esperanza de mediar en un acuerdo de un alto el fuego en la guerra contra Hamás en Gaza, según dos funcionarios. Al mismo tiempo, advirtió de que una posible ofensiva israelí sobre la ciudad gazatí de Rafah, en la frontera con Egipto, podría tener consecuencias catastróficas para la estabilidad regional.
La delegación está encabezada por el máximo responsable de los servicios de inteligencia egipcios, Abbas Kamel, que tiene previsto discutir con Israel una “nueva visión” para un alto el fuego prolongado en Gaza, explicó un funcionario del país que pidió no ser identificado para hablar libremente de la misión.
A medida que la guerra se prolonga y sube el número de fallecidos, se incrementa también la presión internacional para que Hamás e Israel pacten una tregua.
Las conversaciones del viernes se centrarán en un primer momento en un intercambio limitado de rehenes en manos de Hamás por presos palestinos, y en el regreso de un importante número de desplazados a sus hogares en el norte de Gaza “con restricciones mínimas”, indicó el funcionario egipcio.
La esperanza es que las negociaciones continúen después, con el objetivo último de cerrar un acuerdo más amplio para poner fin a la guerra, apuntó.
Según el funcionario, los mediadores están trabajando en un compromiso que responda a las principales demandas de ambos bandos.
Hamás ha dicho que no renunciará a sus exigencias de un alto el fuego permanente y la retirada total de las tropas israelíes, que han sido rechazadas por las autoridades israelíes. Israel sostiene que su compaña militar continuará hasta la derrota de Hamás y que después mantendrá una presencia de seguridad en la Franja.
Antes de las conversaciones, un alto cargo de Hamás, Basem Naim, dijo a The Associated Press que “por nuestra parte no hay nada nuevo” al ser preguntado por las negociaciones.
Durante la noche, el grupo insurgente libanés Hezbollah disparó misiles antitanque y proyectiles de artillería contra un convoy militar israelí en una zona fronteriza en disputa y mató a un civil israelí.
Hezbollah explicó que sus combatientes tendieron una emboscada al convoy poco antes de la medianoche del jueves y destruyeron dos vehículos. Según el ejército israelí, un israelí que hacía trabajos de infraestructura resultó herido y falleció más tarde a consecuencia de las lesiones.
Los combates de baja intensidad en la frontera libanesa-israelí han amenazado repetidamente con agravarse al tiempo que Israel atacó a altos cargos de Hezbollah en los últimos meses.
Las escaramuzas han dejado decenas de miles de desplazados a ambos lados de la frontera. En el israelí, los combates transfronterizos mataron a 10 civiles y 12 soldados, mientras que en Líbano han muerto más de 350 personas, incluyendo 50 civiles y 271 miembros del grupo.
Por otra parte, Israel ha realizado incursiones casi diarias en Rafah, la ciudad en la que se han refugiado más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del sitiado enclave.
El ejército israelí ha acumulado docenas de carros de combate y vehículos blindados en una zona del sur de Israel próxima a Rafah, en lo que parecen los preparativos para la invasión.
Rafah linda también con la frontera entre Gaza y Egipto. Durante su estancia en Israel, Kamel, que dirige el Servicio General de Inteligencia de Egipto, tiene previsto dejar claro que su país “no tolerará” el despliegue de tropas israelíes a lo largo de su frontera, indicó el funcionario egipcio.
El funcionario apuntó que Egipto compartió información de inteligencia con Estados Unidos y países europeos que mostraba que una ofensiva en Rafah convulsionaría a toda la región.
Un diplomático occidental en El Cairo apuntó también que en los últimos días Egipto ha intensificado sus esfuerzos para alcanzar un compromiso y establecer un breve alto el fuego en la Franja que ayude a negociar una tregua más larga y a evitar la campaña contra Rafah. El diplomático habló bajo condición de anonimato.
La guerra entre Israel y Hamás comenzó tras el asalto sin precedentes del 7 de octubre sobre el sur de Israel en el que los insurgentes mataron a alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y capturaron a unas 250 más como rehenes. Según las autoridades israelíes, los insurgentes tienen aún a unos 100 cautivos y los restos de más de 30 más en Gaza.
La posterior campaña aérea y terrestre israelí en el sitiado enclave se ha cobrado la vida de al menos 34.300 palestinos, en su mayoría mujeres y menores, según las autoridades sanitarias locales, cuyo conteo no diferencia entre víctimas civiles y combatientes.
El ejército israelí dice que mató a alrededor de 13.000 insurgentes, pero no ha ofrecido pruebas que respalden su afirmación.
Fuente: AP
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