Los versículos bíblicos sobre la debilidad muestran cómo Dios puede transformar nuestras limitaciones en fortaleza. Pasajes como 2 Corintios 12:9-10 y Filipenses 4:13 nos enseñan que en nuestra debilidad, Dios nos fortalece y capacita para superar cualquier desafío.
2 Corintios 12:9
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Salmos 147:3
Sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
Salmos 34:18
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.
Isaías 40:29
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Salmos 73:26
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Mateo 11:28-30
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
1 Pedro 5:7
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
1 Corintios 1:27
Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.
Salmos 139:13-14
Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
2 Corintios 13:4
Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.
Salmos 18:1-2
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Romanos 15:1
Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.
2 Corintios 10:10
Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.
Salmos 28:7
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.
2 Corintios 11:30
Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad.
Salmos 147:6
Jehová exalta a los humildes, Y humilla a los impíos hasta la tierra.
Romanos 14:1
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
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