Israel ha dado un paso significativo en la regulación de los medios de comunicación extranjeros en su territorio. El Gobierno, impulsado por el Ministerio de Comunicaciones, ha aprobado regulaciones que permitirían cerrar dichos medios en situaciones de estado de emergencia, especialmente si se considera que están dañando la seguridad nacional.
La medida otorga al Ministerio de Comunicaciones, con el acuerdo previo del Ministerio de Defensa, la autoridad para ordenar a los proveedores de televisión que corten las emisiones, cerrar oficinas, incautar equipamiento y bloquear o limitar el acceso a páginas web. Este conjunto de acciones puede llevarse a cabo si se determina que las emisiones de un medio están comprometiendo la seguridad del Estado.
Esta decisión se produce tras duras críticas al canal de televisión qatarí Al Yazira por su cobertura de la guerra entre Israel y Hamás. El Gobierno israelí ha acusado a Al Yazira de incitar contra Israel y de ayudar a Hamás y otras organizaciones terroristas con su propaganda.
El ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, ha declarado que “Israel está en guerra por tierra, aire y mar, y en el frente de la diplomacia pública”. Añadió que el Gobierno “no permitirá de ninguna forma emisiones que dañen la seguridad del Estado”.
Es importante señalar que la medida aún debe ser aprobada por el gabinete de seguridad y respaldada por opiniones legales que confirmen que las emisiones están dañando la seguridad nacional. Además, los tribunales tendrán la capacidad de analizar estas decisiones, lo que añade un nivel adicional de escrutinio.
La aprobación de estas regulaciones ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional. Críticos argumentan que la medida podría ser una amenaza para la libertad de prensa y el derecho a la información, especialmente en un contexto tan delicado como el actual conflicto con Hamás.
EP
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