Honraré a los que me honra (1 SAMUEL 2:30)

 

A menudo nos encontramos con casos, en los que se honra, a quien no merece honra, y se desprecia a quien no se tiene que despreciar. Entre los hombres esto es normal, pero ¿actúa Dios del mismo modo?

Dios no es hombre, y por lo tanto su proceder no es como el del hombre. La honra es una dignidad que posee o se le otorga al que lo merece. En el caso de los hijos de Elí, Dios no los honró como hizo su padre, porque no lo merecían.

Aquel acto grotesco de Elí, de honrar a sus hijos y despreciar a Dios, sirvió para que Dios se pronunciara al respecto. Dijo Dios: «Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco»


BENDICION STEREO

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